14 de diciembre de 2009

navegante





en esta vereda sombra

en la otra ciega el sol


cuzco al fondo de un pasillo

olor a carne asada

mediodía


el funebrero cabecea

–arriba-

y limpia a navaja

la palabra en el metal


murmuran los cercanos


el cuerpo agotado

y ahí con él mira

llora

pibe, alumno, nieto

solo


solo


vuelvo sin saludar los árboles

brillan verde, azul

-la lluvia de anoche-

dicen la orilla

al navegante, al escritor




2 Comments:

Blogger Deshoras said...

Bueno, se ve que llega el verano y se anima a escribir alguna cosa. Qué bueno, aunque no entiendo ese cuzco (en minúscula) al final del pasillo...

Un saludo

16 de diciembre de 2009, 8:07 p. m.  
Anonymous AB said...

Amigo Condado, qué cuenta.
Alguna otra cosa ando escribiendo, pero queda en los márgenes. Un cuzco es un perro chico, callejero. Tampoco diminuto, eh. Creo. Y ahí estaba, al final de un pasillo.
Va un abrazo.
ÁB.

21 de diciembre de 2009, 11:25 p. m.  

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