navegante
en esta vereda sombra
en la otra ciega el sol
cuzco al fondo de un pasillo
olor a carne asada
mediodía
el funebrero cabecea
–arriba-
y limpia a navaja
la palabra en el metal
murmuran los cercanos
el cuerpo agotado
y ahí con él mira
llora
pibe, alumno, nieto
solo
solo
vuelvo sin saludar los árboles
brillan verde, azul
-la lluvia de anoche-
dicen la orilla
al navegante, al escritor
2 Comments:
Bueno, se ve que llega el verano y se anima a escribir alguna cosa. Qué bueno, aunque no entiendo ese cuzco (en minúscula) al final del pasillo...
Un saludo
Amigo Condado, qué cuenta.
Alguna otra cosa ando escribiendo, pero queda en los márgenes. Un cuzco es un perro chico, callejero. Tampoco diminuto, eh. Creo. Y ahí estaba, al final de un pasillo.
Va un abrazo.
ÁB.
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