2 de agosto de 2010

los angurrientos de siempre


--Ahora me acordé: yo aborrecía la palabra patria por tipos como Biolcati. Pasé buena parte de la infancia y de la adolescencia tapiado y trampeado por el ideario de la dictadura, sus principios en el colegio, en los medios, en la atmósfera. Pelo corto, uniforme, reverencia ante la autoridad eclesiástica, militar, educativa, etc. Reverencia y silencio. Dios, la patria, la familia, la tradición y lo sagrado. Recién en 1984 comencé a saber del genocidio. Ese año cumplí 18: grandote para irse enterando.


--Recordé esto gracias al discurso de Hugo Luis Biolcati, el sábado pasado. Tomé unas notas ahí, mientras hablaba, pero ahora la señal TN transcribe en su portal de internet lo que dijo este oligarca insaciable en la inauguración de la Rural. Completito. Un documento. Tan claro, como signo, como el papel del periodista Joaquín Morales Solá tomándoles examen, en plena Exposición, a legisladores nacionales onda Carrió, Bullrich, Pinedo, Rodríguez Saá, Olmedo, Solá: es que en unos días se juega en el Congreso el manejo y el volumen del pago de impuestos para el sector. Miles de millones en disputa: para que los manejen el Estado o ellos.


--Al principio iba a sintetizarlo por el lado de la ironía: pobre Biolcati, qué angustiado está por el país, la pobreza, la justicia social. Es fantástico cuando va por ese lado, porque es tan evidente el desprecio por el conjunto, por la noción de equidad. Al respecto, las entrevistas a terratenientes/as que hace in situ el cronista de TVR son pinturas excelsas. Son las señoras que caceroleaban junto a la mucama uniformada cuando lo de la 125, para que no les aumenten las retenciones.


--Como es el bicentenario y la Sociedad Rural son muy importantes, Biolcati enraizó su discurso en aquellos días de mayo de 1810 (Belgrano retorciéndose en su tumba) y lo nutrió con citas cristianas. El gobierno, que no les agacha la cabeza, es el demonio; ya lo dijo Bergoglio, la alteración del plan de dios. Biolcati habla, fundamentalmente, de guita: están ganando más guita que nunca, se están capitalizando como nunca, pero quieren más.


--Me impactó esta frase: “Hay unas bellas palabras en el Antiguo Testamento que quiero recordar ahora. Dice el libro de los libros: ‘Los hombres pasan, la tierra queda’”. Biolcati acude a la Biblia para pringarse de sagrado; al respecto, preferible la iluminación que sobre las aberraciones bíblicas ejerce el gran León Ferrari. La cita es alucinante por un par de circunstancias. Una semana atrás, Página/12 informó que Biolcati había cercado dos caminos públicos para adosarlos a La Dorita, su estancia en Carlos Casares. Dos aclaraciones accesorias a la cita religiosa, entonces, para calibrar lo que dice este hombre: “Los hombres pasan (si les doy permiso), la tierra queda (y es mía)”. Por algo el general Roca es ídolo y está en los billetes de cien.


--El cronista de TVR le preguntó por este asunto, qué pasaba con esas calles. Jocoso, contestó: “Y, un dirigente tiene que tener calle”. Enseguida se fue a dar el discurso. Usó las bellas palabras al comienzo y volvió a utilizarlas al final para referirse a esta maravillosa tierra argentina, que nos da el pan nuestro de cada día. “Porque los hombres pasan, los gobiernos son un mero episodio, pero la tierra, como la patria, la tierra permanece”. Ah, pinche cabrón: ¿mero episodio? Los gobiernos pueden desplegar genocidios u optar por no reprimir, pueden chuparles las bolas a tus toros o pasar de tus ínfulas cavernícolas de patrón de estancia. Bromeaba Biolcati, con Mariano Grondona, el año pasado, en torno a si Cristina Kirchner llegaría hasta el fin de su mandato constitucional: para ambos la democracia es sagrada si les engorda mucho las vacas, porque de lo contrario bien puede sacrificarse (y no importaron los asesinatos, los desaparecidos ni la pauperización social). Como terrateniente y ministro de Economía de la última dictadura, Martínez de Hoz -juzgado por crímenes de lesa humanidad-, es un emblema de las opciones de la Sociedad Rural Argentina, una entidad que con Biolcati hoy al frente también podría llamarse Los Angurrientos de Siempre.


3 Comments:

Blogger Ulises Muschietti said...

Bravo, Berlanga. ¡Asco bicho al plan de dios y a sus ejecutantes!

2 de agosto de 2010, 5:18 p. m.  
Anonymous Claudio said...

Triste concepto de 'patria' el de Biolcati. La tierra, tal vez los edificios y las calles. Nada de las personas que la habitan y sus vínculos y su trabajo. El hombre y su entorno ha sido olvidado, otra vez, por el chacarero.

4 de agosto de 2010, 12:00 a. m.  
Blogger Marcela said...

ay Ángel, admiro la plástica con que elegis las palabras para decir lo que al resto se nos atraganta y no baja con nada. El tipo ese, el madamás, tiene una habilidad bárbara para contar la parte que le conviene a él y a los de su especie, y se olvida que cuando habla de miseria debería hablar de la riqueza que la provoca, de la que provocan.
Bueno tengo atragantado de su discurso, el 16%, los formularios del ONNCA, las comparaciones con EEUU, me tienen harta. Gracias, Ángelo y Salud! por el buen trago

6 de agosto de 2010, 10:28 p. m.  

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