1 de octubre de 2010

hablar del golpe



--Para Clarín y La Nación, lo de Ecuador fue una "rebelión policial": no coinciden con lo de intento de golpe de estado. "Golpe de estado" aparece en boca de los presidentes sudacas unas cuantas líneas más adelante. Para esto es muy útil borrar de los textos a Lucio Gutiérrez, ex presidente y capo del partido Sociedad Patriótica: La nación apenas le dedica una línea, por ahí perdida. Ni lo nombran. Los policías que cercaban a Correa vivaban a Lucio, el abogado de Lucio la encaró contra el edificio de Medios Públicos (que transmitía en cadena nacional ante la gravedad de la situación) con una mini turba y el mismo Lucio le dijo a EFE ayer, en plena confusión, que la salida, "para evitar derramamientos de sangre", sería disolver la Asamblea y convocar a elecciones anticipadas. Dijo también, Lucio, que "el único responsable del caos es el gobierno abusivo, corrupto, y prepotente de Correa", que "ha sembrado odio y violencia entre los ecuatorianos". ¿Se entiende por qué no aparece citado en nuestros diarios? ¿Y se entiende que el intento de matar a Correa aparezca muy en segundo plano respecto a la "rebelión"?

--El cable de EFE, reproducido como en casa por el ABC de España, tiene una musiquita que a ver si les suena; dice ahí Lucio Gutiérrez: “Ojalá no sea cierto, pero me llegan mensajes de que Correa está llamando a sus fuerzas de choque, constituidas básicamente por venezolanos y cubanos, para que salgan a respaldarlo y para enfrentar a la gente que está contra él”.

--James Petras dijo, hace un rato, en una entrevista a Radio Sur, que los golpistas calcularon mal: apostaron a que otros sectores militares se sumaran, cosa que no pasó (y habrá que ver qué ocurrió con la toma y cierre de los aeropuertos). Tampoco hubo masas de apoyo. El departamento de Estado norteamericano y la OEA aguantaron especulando, tibiecitos, varias horas, como con Honduras. La voz de Correa contando de su angustiosa situación a Radio Ecuador se expandió por todo el mundo en minutos. Enorme el laburo de Telesur: el cronista Christian Salas estuvo al toque del tiroteo. Enseguida se dispuso la reunión de los presidentes de Unasur: por la noche estaban reunidos en Buenos Aires. No pasó lo de Honduras: en Ecuador el golpe fue para atrás. Petras habla de ensayos y cita el tanquetazo de julio del 73 en Chile, previo al crimen de Allende. Y apunta algo más, útil y significativo: movilización. Fueron miles a la puerta del hospital en el que estaba secuestrado Correa y se reunieron miles en la plaza cuando fue liberado. Serían unos 20.000 en la plaza, observa Petras: hacen falta más y mejor organizados, dice.

--Es bastante interesante la queja de los medios privados ecuatorianos más potentes en torno al uso de cadena nacional durante la crisis. Los popes de los diarios y la televisión en Honduras fueron claves en el derrocamiento de Zelaya, que no alcanzó a montar un aparataje estatal. La relación entre grandes medios particulares, poder, política y negocios es cada vez más transparente. Por eso el multipulpo no quiere resignar ni uno de sus cientos de tentáculos y sigue apretando para que no se aplique la ley sancionada el año pasado. La sutileza en el uso de las palabras respecto a lo ocurrido en Ecuador (y el involucramiento de Lucio Gutiérrez), el mantener verdaderas intenciones e intereses en las sombras, tienen aquí antecedentes: 1976, por citar algún caso.