1 de septiembre de 2010

la evolución del ave





¿Es Kirchner el líder de una nueva secta política?, se pregunta el analista Luis Majul en su columna de La Nación. De los 32 artículos que escribió para este diario (empezó el Día de los Inocentes del año pasado), en 22 ocasiones el apellido del ex presidente aparece en el título. Puede ser falta de originalidad u obsesión, pero también constancia. Machacan contra el gobierno, por caso, todos sus textos, salvo uno, intitulado Los heterosexuales no somos mejores que los homosexuales. Ajá.


Majul suele recurrir a esa impronta, personal, en la que subyace el qué fuerte, ¿no? Y bueno, la pavada. Unos ejemplos: ¿Qué tienen en la cabeza los Kirchner?; Si la Argentina sale campeón ¿Kirchner es presidente?; Por qué Kirchner quiere que siga Maradona; Kirchner quiere salir por encima de su laberinto; Cómo seduce Kirchner a los aduladores; Néstor Kirchner, el gran titiritero; Kirchner, el gran titiritero, ataca de nuevo; Las verdaderas razones del ataque de Kirchner; El plan de Kirchner para volver en 2011; Las tres grandes obsesiones de Kirchner; ¿Cómo será recordado Kirchner dentro de cien años? Da risa unas veces, y espanto otras, reemplazar la idea fija por el apellido del escriba. Ni hablar de las notas en sí: deberían venir con las recomendaciones que traen los paquetes de cigarrillos, debería advertirse sobre su ingesta en ayunas o recién comido, alertarse a las embarazadas y a los niños, en fin, a los lectores del castellano. Con el título de hoy, esto de si Kirchner es el líder de una nueva secta política, me parece que hay un salto, un avance, una evolución: de pavada a gansada. De gallináceo a lamelirrostro, por decirlo científicamente.